jueves, 8 de octubre de 2009

Amanece...... (Primera parte)


Está amaneciendo...no sé porqué pero cada día me cuesta más levantarme, cada día me cuesta más asumir este nuevo reto que me ha impuesto la vida a mi y a todos los humanos. Miro la silla dónde cada día coloco el traje (protector) y el casco y con todo mi esfuerzo me incorporo para colocármelo, no hace falta que nadie me diga que sin él no podría salir a la calle.

Vuelvo a mirar por la ventana como cada mañana desde aquel día, todos los edificios disponen en el ático de una "cúpula de aire puro", las crearon para que hubiera un sitio dónde los humanos pudiésemos respirar sin contaminantes químicos, media esfera acristalada dónde es imposible que entre nada que pueda afectar a nuestra respiración.

Desde aquí puedo ver las más cercanas a mi habitación, se reflejan tras los cristales las hojas verdes de los árboles, plantas llenas de colorido e incluso alguna que otra mariposa encerrada en su mundo de cristal pero, viva, ante todo tiene vida.

Hubo un tiempo en el que me gustaba mirarme al espejo por las mañanas, me maquillaba con esmero, y dedicaba horas a elegir la ropa que me iba a poner para gustarme y gustar a los demás, pero ahora necesito menos tiempo para salir; me enfundo el traje plateado y todavía sigo sintiendo escalofríos al subir la cremallera, ese ruido me desconcierta, me hace sentir encerrada en mi propia piel, pero sé, tristemente sé, que sin el no podría salir.

El casco me ahoga, qué ironía.. .no me deja respirar, me hace sentir mal, yo, que ni siquiera podía ir en metro por mi claustrofobia, no soportaba los ascensores y odiaba los túneles de las carreteras, incluso aceleraba para salir de ellos lo antes posible y ahora..... estoy encerrada en mí misma.

Cuando por fin tengo el suficiente valor para salir a la calle un día más, miro al cielo y busco algún destello, ese sol que tanta energía me daba y que ahora por más que lo intento no consigo verlo; el cielo está ennegrecido, de un color gris plomizo, se hace difícil diferenciar la noche del día, y las personas arrastran sus pies por el asfalto, nadie dice "buenos días", nadie te sonríe y si lo hacen no puedes verlo a través de sus cascos.

Vamos deprisa, huimos de la intemperie, no queremos ver, no queremos saber, no queremos sentirnos mal, no queremos que nadie nos culpe de algo que sólo nosotros somos culpables.

Y en medio de la nada, en medio de la más profunda tristeza del existir, allí arriba, en esas "cúpulas de aire puro", entre la más mínima expresión de naturaleza que todavía queda en la tierra, todavía hay alguien que cree en el amor...

1 comentario:

Anónimo dijo...

El AMOR nos puede hacer soñar en algo irreal,nos da energias,ganas de vivir,te llena de esperanza,te crea positividad,te alegra un mal dia,te hace feliz,te hace sentirte viva,te ayuda a calmar el dolor....sera por eso que yo estoy tan desesperanda por encontrarlo? sera por eso que hay veces que me siento con fuerzas para todo?
Besitos
Raquel